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19 de enero de 2012

El espacio común de la Educación Superior Tecnológica

En materia de políticas de educación superior, una de las cosas que se han hecho bien en el actual sexenio consiste en la estrategia de desarrollo académico del sistema de educación superior tecnológica. El conjunto que integra los subsistemas de institutos tecnológicos, universidades tecnológicas y universidades politécnicas, así como al IPN y los centros de investigación y desarrollo tecnológico adscritos al sistema, se ha expandido considerablemente.

Al día de hoy el sistema comprende más de trescientas unidades en total y la matrícula sobrepasa la cifra de 450 mil estudiantes, lo que representa un quince por ciento de la población total en estudios superiores del país, o más del veinticinco porciento de la matrícula atendida por IES del sector público. La estrategia de fortalecimiento académico se ha dado en varios frentes: la oferta de nivel licenciatura en las universidades tecnológicas, la implantación de tecnológicos en el Distrito Federal, así como la política de desarrollar el posgrado en estas instituciones. No menos importante, el desarrollo curricular de los programas con base en el enfoque de competencias profesionales. En el marco de estas políticas destaca el acuerdo con los tres subsistemas para articular el Espacio Común de la Educación Superior Tecnológica.

En noviembre de 2008, el IPN y el Sistema Nacional de Educación Tecnológica, establecieron un acuerdo de colaboración para constituir el Espacio Común de Educación Superior Tecnológica de México (ECEST). Se convinieron como objetivos lograr el reconocimiento mutuo de estudios, impulsar el intercambio de profesores y la movilidad de estudiantes, así como detonar el potencial de investigación del sector.

En junio de 2009 se firmó la Estrategia y el Convenio de Colaboración para la creación del ECEST, y se expidieron las primeras convocatorias de movilidad estudiantil y docente. En el segundo semestre de 2009 se procedió a la instalación formal de la estructura operativa centralizada (secretaría técnica y consejo de coordinación), así como los nueve comités técnicos encargados de coordinar las áreas prioritarias: movilidad, mejoramiento del profesorado, infraestructura y equipamiento, redes temáticas de colaboración académica, marco jurídico y organizacional, vinculación, educación a distancia, procesos académico-administrativos y desarrollo curricular. En 2011 se suscribieron convenios entre la SEP y los gobiernos de los estados para la formalización del ECEST en cada entidad federativa, y se emitieron convocatorias de movilidad estudiantil y movilidad docente.

El Programa de Movilidad Estudiantil está diseñado para apoyar, mediante becas, la realización de cursos curriculares y tesis, el desarrollo de un proyecto de investigación, así como la realización de residencias profesionales, estadías o prácticas de laboratorio. Los estudiantes interesados deberán tener un promedio mínimo general de 8, no tener asignaturas reprobadas pendientes de acreditar y haber cubierto al menos 50 por ciento de los créditos académicos (o equivalente) de la carrera en la que está inscrito el estudiante en la institución de origen. Se contempla la realización de estudios en estancias con una duración mínima de tres meses y una máxima de seis meses.

La convocatoria para movilidad estudiantil señala que las estancias para tomar cursos curriculares “se realizarán únicamente entre las instituciones y programas del ECEST que previamente hayan realizado la comparabilidad de sus programas educativos. El programa educativo de la institución receptora deberá estar reconocido por su buena calidad (nivel 1 de los CIEES y/o acreditado por algún organismo reconocido por COPAES) para el nivel técnico superior universitario o de licenciatura. Y para los programas de posgrado, deberán estar reconocidos por el Programa Nacional de Posgrados de Calidad del CONACYT. Además, se otorga preferencia a las solicitudes de adscripción entre subsistemas diferentes.

El Programa de Movilidad para el Fortalecimiento de la Actividad Docente enfatiza la obtención de los grados de maestría y doctorado. Para obtener la beca el profesor debe obtener constancia de aceptación en un programa de maestría o doctorado, preferentemente reconocido por el padrón de posgrados de calidad SEP-CONACYT, de las instituciones del ECEST. Las becas para profesores se otorgan en dos modalidades: para estudios de maestría o doctorado en IES ubicadas en la misma localidad, ciudad o zona metropolitana donde tienen su adscripción, en cuyo caso la beca es de cinco mil pesos mensuales, y la opción para estudios de posgrado en IES de diferente localidad, para los cuales la beca asigna ocho mil quinientos pesos al mes.

La formación de docentes con posgrado en las IES tecnológicas establece como un criterio académico relevante que los profesores obtengan sus grados en las áreas académicas en las que cumplen su función docente. Por ello, se exige el requisito formal, señalado en la convocatoria respectiva, de contar un la “propuesta del cuerpo colegiado, según sea el caso, donde se justifique la pertinencia de la realización de los estudios de posgrado, las líneas de generación y aplicación de conocimiento pertinentes para la institución, así como los programas académicos donde impactarán estos estudios.”

A finales del año pasado se informó que un total de 442 estudiantes y profesores participaron en las convocatorias de movilidad del año.

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